Francia acaba de implantar un nuevo tipo de currículum, el anónimo, que carece de datos como el nombre, sexo, edad, nacionalidad o dirección, para evitar que los demandantes de empleo sean descartados por su origen social, etnia o género. De momento, el gobierno francés lo aplicará en 50 empresas, pero la intención es que este modelo acabe implantándose en todas, ya que según la Organización Internacional del Trabajo "casi cuatro de cada cinco empleadores en el país prefieren contratar a un obrero de la Francia metropolitana antes que uno de origen magrebí o norteafricano".
martes, 3 de noviembre de 2009
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